“Todos recordamos a Carlos en su personal manera de ser, de hablar, caminar, hacer o deshacer. Todos lo repensamos con una sonrisa que nos contagia. Nos deja una huella de paz. Su quehacer último es un homenaje al paisaje de Chile, el que él creía que ningún poder podía modificar: patrimonio de todos, él nos lo devuelve en generoso testamento”
Con ese texto sobre una postal -diseñada por Roser Bru-, se realizó una exposición llamada “Homenaje a Carlos Ortúzar” en Galería Sur, apenas dos semanas después de su repentina muerte, ocurrida el 25 de abril de 1985.
El artista tenía apenas 53 años, había vuelto hace 6 desde su autoexilio en Barcelona y estaba en medio de una prolífica carrera artística: había recibido el premio II Salón Sur de Concepción por su pintura “Espacios” de la serie Space, y había emplazado una aclamada escultura cinética en la industria Cintac, que hoy es patrimonio escultórico nacional. Al momento de su inesperada partida producida por un accidente cerebrovascular, estaba exponiendo sus obras en la Escuela Moderna de Música y ejercía como docente en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central.
A 38 años de su partida, lo recordamos de la misma manera que el breve texto postal, rescatando su vida y la particular forma de vivirla, revalorizando su obra que trasciende como pionera en la historia del arte de Chile
Crédito imagen:
Postal de la exposición “Homenaje a Carlos Ortúzar”, Galería Sur, 1985. Diseño de Roser Bru. Archivo Carlos Ortúzar.