Para continuar explorando las múltiples facetas que desarrolló Carlos Ortúzar durante su carrera profesional y artística, presentamos a Ortúzar orfebre
Carlos Ortúzar incursionó en el diseño de joyas, lo que abrió una nueva área de exploración visual y material en su trabajo artístico: la orfebrería.
Ortúzar comenzó a explorar esta disciplina hacia 1975 durante su autoexilio en Barcelona, ciudad donde conoció al artista Patricio Court, quien ya había realizado joyas en Chile y se había instalado en Sitges, una localidad cercana a Barcelona. El interés del artista por este oficio es resultado de su amistad con Court, quien le enseñó a trabajar la joyería y a elaborar diseños que posteriormente mandaban a fundir a un orfebre.
Estas piezas se producían en pequeñas series con la técnica de la “cera perdida”. En un principio fueron realizadas en plata, para luego incorporar nuevos modelos con materiales como lapislázuli, marfil y ébano. En estas joyas, Ortúzar plasmó las mismas imágenes de sus pinturas abstractas, compuestas por líneas simples de geometrías circulares y cuadradas, construyendo un diseño innovador de orden minimalista con el que obtuvo gran éxito en importantes joyerías de Barcelona y Estados Unidos.
Desde su regreso a Chile, en 1979, Ortúzar abandonó esta práctica retomando plenamente su trabajo artístico bajo la representación de la Galería Época conducida por Lily Lanz, así como continuó trabajando en el diseño de lámparas.
Créditos
Texto: Marcela Ilabaca Z.
Fotos: Matriz para colgante de bronce y colgante de plata, 1975. Gentileza de Tessa Aguadé Bru.
